La presencia de puertas que no se puedan abrir o cerrar correctamente se considera una falta grave en la ITV. La Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es un proceso obligatorio que se realiza periódicamente para garantizar que los vehículos cumplan con los requisitos de seguridad y medioambientales establecidos por la legislación.
Las puertas son componentes esenciales de un vehículo, ya que proporcionan acceso al interior y deben funcionar correctamente para garantizar la seguridad de los ocupantes. Si una puerta no se puede abrir o cerrar correctamente, puede representar un riesgo para la seguridad, ya que podría abrirse inesperadamente durante la conducción o no proporcionar una protección adecuada en caso de accidente.
En la ITV, se realiza una inspección exhaustiva de todos los componentes del vehículo, incluyendo las puertas. Si se detecta que una puerta no se puede abrir o cerrar correctamente, se considera una falta grave y el vehículo no pasará la inspección. Esto significa que el propietario del vehículo deberá reparar la puerta y volver a someterlo a la ITV para obtener el certificado correspondiente.
Es importante destacar que la ITV tiene como objetivo principal garantizar la seguridad vial y la protección de los usuarios de la vía. Por lo tanto, cualquier fallo o defecto que comprometa la seguridad del vehículo será considerado una falta grave y deberá ser corregido antes de que el vehículo pueda circular nuevamente.
En resumen, la presencia de puertas que no se puedan abrir o cerrar correctamente se considera una falta grave en la ITV, ya que representa un riesgo para la seguridad vial. Es responsabilidad del propietario del vehículo asegurarse de que todas las puertas funcionen correctamente antes de someterlo a la inspección.