La ITV (Inspección Técnica de Vehículos) cubre la revisión de los sistemas de seguridad del vehículo. Durante la inspección, se verifica el correcto funcionamiento de los sistemas de frenos, luces, dirección, suspensión, neumáticos, cinturones de seguridad, airbags, entre otros.
En el caso de los frenos, se comprueba que estén en buen estado y que respondan correctamente al accionar el pedal. También se verifica el estado de las pastillas, discos y líquido de frenos.
En cuanto a las luces, se revisa que todas estén funcionando correctamente, incluyendo las luces de posición, freno, intermitentes, antiniebla y las luces de matrícula.
La dirección es otro elemento importante que se evalúa en la ITV. Se verifica que no haya holguras excesivas y que el volante gire de manera suave y sin problemas.
La suspensión también se inspecciona para asegurarse de que no haya fugas de aceite y que los amortiguadores estén en buen estado.
Los neumáticos son fundamentales para la seguridad del vehículo, por lo que se comprueba que tengan la profundidad de dibujo adecuada y que no presenten desgastes irregulares.
En cuanto a los cinturones de seguridad, se verifica que estén en buen estado y que se abrochen correctamente.
Por último, se revisa el correcto funcionamiento de los airbags, comprobando que no haya fallos en el sistema y que estén en condiciones óptimas para su activación en caso de accidente.
En resumen, la ITV cubre la revisión de los sistemas de seguridad del vehículo para garantizar que cumplan con los estándares de seguridad establecidos y que el vehículo sea apto para circular de manera segura por las vías públicas.