Según la normativa de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) en España, la falta de un sistema de suspensión que mantenga una distancia adecuada entre los neumáticos y los pasos de rueda se considera una falta grave.
La suspensión de un vehículo es un componente esencial para garantizar la seguridad y el correcto funcionamiento del mismo. Una suspensión en mal estado puede afectar negativamente a la estabilidad, el agarre y la maniobrabilidad del vehículo, lo que aumenta el riesgo de accidentes.
En la ITV, se realiza una inspección exhaustiva de todos los elementos de suspensión, incluyendo los amortiguadores, muelles, brazos de suspensión, rótulas, entre otros. Si se detecta que la distancia entre los neumáticos y los pasos de rueda no es la adecuada debido a un mal estado de la suspensión, se considera una falta grave.
Las faltas graves en la ITV implican que el vehículo no cumple con los requisitos mínimos de seguridad establecidos por la normativa. En caso de que se detecte esta falta, el vehículo no superará la inspección y no podrá circular legalmente hasta que se reparen los elementos de suspensión defectuosos y se pase una nueva ITV.
Es importante destacar que la ITV tiene como objetivo principal garantizar la seguridad vial y la protección del medio ambiente. Por lo tanto, es fundamental mantener en buen estado todos los componentes del vehículo, incluyendo la suspensión, para cumplir con los requisitos legales y garantizar la seguridad en la conducción.