La ITV (Inspección Técnica de Vehículos) es un proceso obligatorio en España que verifica el estado técnico de los vehículos para garantizar la seguridad vial y la protección del medio ambiente.
La suspensión de un vehículo es un componente importante que ayuda a absorber las irregularidades de la vía, proporcionando una conducción más suave y segura. Si la falta de un sistema de suspensión adecuado afecta negativamente la estabilidad del vehículo, podría considerarse una falta grave en la ITV.
La normativa de la ITV establece una serie de requisitos técnicos que deben cumplir los vehículos para pasar la inspección. Estos requisitos incluyen aspectos relacionados con la suspensión, como la comprobación de los amortiguadores, muelles y otros componentes. Si se detecta que la suspensión no cumple con los estándares establecidos, es posible que se considere una falta grave y el vehículo no pase la inspección.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la gravedad de la falta puede variar dependiendo de la magnitud del problema y de las regulaciones específicas de cada comunidad autónoma en España. Por lo tanto, es recomendable consultar la normativa vigente y acudir a una estación de ITV para obtener información precisa sobre las faltas graves relacionadas con la suspensión en cada caso particular.