Sí, durante la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) se revisa el estado de los cristales y parabrisas. Esta revisión se realiza para garantizar la seguridad del conductor y de los demás ocupantes del vehículo.
Durante la inspección, se evalúa el estado general de los cristales y parabrisas, verificando que no presenten grietas, roturas o impactos que puedan comprometer la visibilidad del conductor. Además, se comprueba que los cristales no estén tintados en exceso, ya que esto puede dificultar la visibilidad tanto desde el interior como desde el exterior del vehículo.
En el caso de los parabrisas, también se revisa que estén correctamente instalados y que no presenten desprendimientos o deformaciones que puedan afectar su resistencia estructural. Además, se verifica que no haya pegatinas o adhesivos que obstruyan la visión del conductor.
En caso de que se detecten defectos en los cristales o parabrisas durante la inspección, se informará al propietario del vehículo y se le indicará la necesidad de reparar o sustituir los elementos afectados antes de poder superar la ITV.
Es importante tener en cuenta que el estado de los cristales y parabrisas es fundamental para una conducción segura, ya que una buena visibilidad es esencial para evitar accidentes. Por lo tanto, es recomendable realizar revisiones periódicas de estos elementos y reparar cualquier daño o defecto que se detecte.