Si circulas con la ITV caducada, estás incumpliendo la normativa vigente y podrías enfrentarte a diferentes consecuencias legales y administrativas.
En primer lugar, si te detiene la policía o cualquier autoridad competente, podrían sancionarte con una multa económica. El importe de la multa puede variar dependiendo del país y de la gravedad de la infracción, pero generalmente suele ser elevado.
Además de la multa, es posible que te impongan la inmovilización del vehículo, lo que significa que no podrás continuar circulando hasta que regularices la situación. Esto implica que tendrás que llevar el vehículo a pasar la ITV y obtener el certificado correspondiente antes de poder volver a utilizarlo.
En algunos casos, si circulas con la ITV caducada de forma reiterada, podrían incluso llegar a retirarte la licencia de conducir o imponerte penas de cárcel, especialmente si se considera que estás poniendo en peligro la seguridad vial.
Además de las consecuencias legales, es importante tener en cuenta que la ITV es un requisito obligatorio para garantizar que tu vehículo cumple con los estándares de seguridad y emisiones establecidos. Circular sin la ITV en regla implica que tu vehículo no ha sido sometido a las revisiones necesarias para asegurar su buen estado y puede representar un riesgo tanto para ti como para los demás usuarios de la vía.
En resumen, circular con la ITV caducada puede acarrear multas económicas, inmovilización del vehículo, retirada de la licencia de conducir e incluso penas de cárcel. Además, implica un riesgo para la seguridad vial. Por lo tanto, es fundamental mantener la ITV al día y cumplir con todas las obligaciones legales relacionadas con el mantenimiento de tu vehículo.