La ITV verifica el estado de los retrovisores del vehículo. Durante la inspección técnica, se comprueba que los retrovisores estén en buen estado y cumplan con los requisitos de seguridad establecidos por la normativa vigente.
En primer lugar, se verifica que los retrovisores estén correctamente instalados y no presenten movimientos excesivos. Además, se comprueba que estén firmemente sujetos al vehículo y que no presenten desgaste o deterioro que pueda comprometer su funcionamiento.
También se revisa el estado de los espejos retrovisores, asegurándose de que estén limpios y sin roturas que puedan afectar la visibilidad del conductor. Además, se verifica que los espejos reflejen correctamente y no presenten distorsiones que puedan dificultar la percepción de los objetos.
En cuanto a la regulación de los retrovisores, se comprueba que puedan ajustarse adecuadamente desde el interior del vehículo, permitiendo al conductor obtener una visión óptima de la carretera y de los vehículos que circulan a su alrededor.
Es importante destacar que los retrovisores son elementos fundamentales para la seguridad vial, ya que permiten al conductor tener una visión completa de lo que ocurre en los laterales y en la parte trasera del vehículo. Por lo tanto, es fundamental que estén en buen estado y cumplan con los requisitos establecidos por la ITV.
En resumen, la ITV verifica el estado de los retrovisores del vehículo, asegurándose de que estén correctamente instalados, en buen estado, limpios, sin roturas y que reflejen correctamente. Además, se comprueba que puedan regularse adecuadamente para garantizar una visión óptima al conductor.